Este modelo se
caracterizo por registrar baja inflación y altas tasas de crecimiento del
Producto Interno Bruto per cápita. Durante el periodo de 1954 1970 el
crecimiento anual del PIB fue superior a 6%.
Se logro la estabilidad
de precios internos lo que se tradujo en
un incremento sostenido de los salarios reales, esto reflejo la reducción de la
pobreza, el crecimiento de la clase media y la mejora en el acceso a los
servicios de salud, educación y vivienda.
El estado incentivó
la inversión, particularmente en el sector industrial, mediante el otorgamiento
de subsidio, exenciones de impuestos y el establecimiento de una política de
precios y tarifas bajas en los bienes y servicios. Aumentó el gasto público
dirigido a las actividades productivas en el sector secundario.
Los cambios
estructurales más relevantes durante el periodo de Cárdenas (2015) fueron:
- México
dejo de ser un país rural para convertirse en un país urbano.
- El
proceso migratorio campo-ciudad se consolidó como una tendencia
- La economía
asumió un marcado perfil industrial, en detrimento de los sectores agropecuario
y de servicios. La agricultura y la minería se rezagaron respecto del dinamismo
del sector industrial y de servicios.
- Se
experimentó un cambio en la estructura ocupacional de la población mexicana.
- La economía
encontró un fuerte impulso en el sector petrolero, en el cual pudo expandir sus
ganancias gracias al incremento en el precio derivado del embargo árabe en
1973.
- Los
servicios gubernamentales tuvieron una notable expansión que se reflejo en el incremento
de los indicadores educativos, de salud y vivienda.
- La pobreza se redujo notablemente (pobreza patrimonial)
Por otro lado el
sesgo antiexportador, asociado a las políticas proteccionistas instrumentadas
por el estado, propició graves desequilibrios en la balanza comercial. El valor
de las exportaciones mexicanas. Fue insuficiente para compensar el monto de las
importaciones, conformadas en su mayoría por bienes de consumo y de capital.
La economía mexicana comenzó
a registrar, desde principios de la década de 1960, una serie de problemáticas
que ponían en duda la viabilidad del modelo en el largo plazo. La debilidad
estructural del modelo provenía de:
·
La
ausencia de un política clara de desarrollo industrial que permitiera subsanar
la paulatina pérdida de competitividad del aparato productivo.
·
La descapitalización
y el abandono del sector agrícola que empobrecieron a la población rural.
·
La
creciente dependencia financiera del exterior, debido al incremento en le gasto
público, la debilidad del sector exportador y la incapacidad del Estado
mexicano para generar sus propios recursos.
En lo político también
hubo desgaste. El movimiento estudiantil, reprimido violentamente el 2 de
Octubre de 1968, puso en evidencia el descontento de un importante sector de población
ante el régimen autoritario y antidemocrático del Estado mexicano.
Surgieron una gran
cantidad de organizaciones y sindicatos independientes que se movilizaron a lo
largo y ancho del país para exigir respuestas a demandas de muy diversa índole.
Frente a estos signos
de deterioro se tomaron medidas drásticas que permitieran solucionar las fallas
estructurales del modelo de desarrollo estabilizador sin estar en conflicto con
el sector social y empresarial.
·
- Se
impulso el proceso de industrialización.
- Mejorar
la competitividad del aparto productivo nacional.
- Reactivar
el crecimiento del sector exportador.
- Reducir
el gasto público
- Aumentar la recaudación fiscal.
Todas estas medidas
requerían de reformas estructurales que podrían representar un costo político
muy alto. Se optó por postergar dichas reformas, financiando los niveles de
gasto público con el endeudamiento externo.
El componente más
importante del gasto gubernamental fue la inversión en infraestructura básica,
principalmente en el apoyo a la actividad petrolera, la construcción de
carreteras y el mejoramiento de servicios de salud y educación.
Si únicamente
consideráramos estas políticas, observaríamos un incremento de la demanda
agregada de la economía, impulsada principalmente por un aumento en el mercado
de bienes. Así, habría crecimiento del producto, pero también se darían
presiones inflacionarias. Sin embargo, ésta última no es característica del Desarrollo
Estabilizador. Nuestro análisis estaría incompleto si no consideramos las
fluctuaciones que presentó la oferta agregada.
La política de gasto
gubernamental generó externalidades positivas en diversas actividades
económicas. Se estima que alrededor del 23% del crecimiento de la producción se
debió al aprovechamiento de estas externalidades.
De igual manera, la
Secretaría de Hacienda utilizó estímulos fiscales para motivar la reinversión
de las ganancias de las empresas; asimismo, la política fiscal buscó la
creación de nuevas empresas. En su conjunto estas políticas tenían como
objetivo aumentar la demanda laboral, con sus consecuentes aumentos en el nivel
de empleo y en los salarios.
No obstante, ésta no
fue la única causa por la cual se observó una alza en los salarios. La
inversión que se hizo fomentó la acumulación de capital físico en las empresas.
Conforme el capital aumentaba, la cantidad de trabajadores por unidad de
capital disminuyó. La mano de obra se estaba volviendo un bien cada vez más
escaso en relación al capital, llevando a un incremento en el salario de
equilibrio.
Esta visión de
desarrollo basada en el incremento del capital por trabajador fue evidente en
el discurso del Secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena. El incremento en la remuneración por
trabajador significó un aumento en el ingreso laboral de éstos, propiciando así
que la demanda agregada continuara su expansión. La acumulación en el acervo de
capital también provocó una mayor producción de las empresas.





Comentarios
Publicar un comentario